Comunicación Humano-Computadora

Ana Rocío Betancourt Carmona

Lic. En Tecnologías de la Información

Diseño de interfaces de interacciones humano-computadora

Actividad Integradora: Comunicación humano-computadora

Las metáforas sobre los objetos reales que son utilizadas en los sistemas informáticos siguen siendo comunes en nuestros días pese al avance de esta área.

De esta manera, las nuevas tecnologías pueden tener un vínculo con las personas que no están muy familiarizadas con ellas y así pueden acceder de forma más fácil y aprender más rápido cómo utilizarlas.

En el presente trabajo les mostraré tres ejemplos de analogías que se utilizan actualmente en esta área y las similitudes que tienen con cosas del mundo real.




Escritorio

En cualquier computadora, ya sea laptop o PC, se le llama escritorio a la primer pantalla que aparece al terminar de encender el aparato. En dicho lugar podemos encontrar los programas que más  utilizamos y los íconos para tener acceso más rápido a ellos sin tener que entrar al menú de inicio.

El usuario aquí es el que personaliza dicho espacio, ya que puede colocar una imagen de su preferencia en él, así como acomodar los accesos de la forma en que lo prefiera, ya sea en orden alfabético o por orden de uso.

De esta forma lo relacionamos con un escritorio de oficina normal. En el que según la persona dueña del mismo puede tener ordenado o desordenado su espacio de trabajo, con las cosas que regularmente utiliza y que le permiten hacerlo de mejor manera. Todas las herramientas más indispensables están ahí.

La Nube

Una nube es un conjunto de gotitas de agua microscópicas que están suspendidas en la atmósfera. Pues bien, la nube en informática nos da a entender algo similar. El usuario ahora puede acceder a su información sólo con tener internet en su dispositivo, sin necesidad de cargar con una USB o cualquier otro tipo de material en el que se guarden archivos.

Pareciera que esta nube está en todas partes, ya que se puede ingresar a ella en cualquier lugar a cualquier hora. Está ahí a nuestra disposición y es ágil como las nubes en el cielo para que el usuario haga uso de ella cuándo este lo requiera.

Navegador

Ya sea Google Chrome, Safari, Edge, Opera o Mozilla Firefox, un navegador, al igual que un barco,
nos puede llevar a donde nosotros queramos dirigirlo. El usuario personaliza el navegador, le inserta la información que necesita encontrar y éste lo lleva a donde necesita, le ofrece varias opciones y es finalmente el cliente quien elige la que más le conviene.

Hay diversas opciones de navegadores, como ya mencionamos arriba, que dependen de las necesidades de la persona que lo utilizará y del dispositivo que ésta utilice, al igual que algunos botes, navegadores como Internet Explorer quedaron obsoletos por no adaptarse a las necesidades modernas.

'Navegamos', viajamos online por los mares de información que la www nos presenta y esta es quizá una de las analogías más precisas que podemos mostrar. E incluso, hasta nos da la opción de ir 'incógnitos', como si fuera una forma de ocultarnos.

Bibliografía

Marcos, M.C. (2004). Interacción en interfaces de recuperación de información: conceptos, metáforas y visualización. Gijón: Ediciones Trea. Pp. 133-143, 149-152.